Publicado originalmente en mi blog La Gallina y Los Pollitos en Septiembre de 2018.
Los padres de ahora queremos lo mejor para nuestros hijos. Pero también muchas veces sentimos que los estamos malcriando. En una época que nos cogió sin estar preparados, con miles de factores que no existían antes y que no alcanzan ni a salir en los libros de crianza, nos damos cuenta que nuestros hijos son impacientes, viven aburridos, no tienen amigos y creen que el mundo gira alrededor de ellos. Cada día nos preguntamos cómo enfrentar esta nueva generación para lograr que puedan ser personas útiles, felices, íntegras, exitosas, y todos los verbos positivos que los padres de ahora idealizamos.
Hace un tiempo fue publicado un artículo que ha sido famoso y le ha dado la vuelta al mundo, escrito por Victoria Prooday llamado: La tragedia silenciosa que afecta a los niños de hoy (The silent tragedy affecting today’s children). Es un artículo que todos los padres deberían tener en cuenta.
Victoria es una terapista ocupacional con años de experiencia trabajando con niños, padres y profesores. Ha escuchado un mensaje consistente por años entre los profesores de niños que encuentran que estos cada vez tienen peores habilidades emocionales, sociales y académicas y que observan un aumento de diagnósticos que limitan el aprendizaje.
Como sabemos, el cerebro es moldeable y a través del ambiente podemos hacerlo fuerte o débil. Al ser los padres los responsables de moldear el cerebro de nuestros hijos, podríamos suponer que a pesar de tener las mejores intenciones hay algo en lo que estamos fallando, llevándolos a la dirección opuesta de lo que quisiéramos lograr.
La bloguera y terapista Jaqueline del blog Deep roots at home, habla de este tema y analiza porqué y qué debemos hacer los padres para evitar que este mal siga avanzando entre nuestros niños. Aquí les comparto sus apreciaciones…
Qué está mal con los niños actuales y que hace que sean impacientes vivan aburridos no tengan amigos y crean que el mundo gira a su alrededor:
1. Obtienen todo lo que quieren en el momento en que lo piden
“Mami tengo hambre!!!” y salimos a darles algo de comer. “Estoy aburrido” y corremos a buscarles algo que hacer…. La habilidad de postergar la gratificación es uno de los factores clave para el éxito en la vida. Tenemos las mejores intenciones, pero hacerlos “felices” en el instante los hace “infelices” a largo plazo. Cada vez están menos preparados para enfrentar dificultades (hambre, sed, aburrimiento, frustración), lo cual se convierte en un obstáculo para su éxito en la vida.
La falta de habilidad para postergrar la gratificación se ve más cada día en colegios, centros comerciales, restaurantes, tiendas. En el momento en que un niño escucha un “no” como respuesta sucede una tragedia pues su cerebro no sabe esperar.
2. Su interacción es limitada
Todos vivimos ocupados, por eso le damos a nuestros hijos aparatos digitales para que también se ocupen. Los niños anteriormente jugaban al aire libre y ahí practicaban sus habilidades sociales. Desafortunadamente la tecnología ha venido reemplazando el tiempo afuera. Además hace a los padres menos disponibles para interactuar con los hijos. La niñera-tecnología no está equipada para desarrollar habilidades sociales, las cuales son muy importantes para la vida.
El cerebro se entrena, si quieres que tu hijo aprenda a montar en bicicleta, debe montar en bicicleta, si quieres que tenga paciencia, debe aprenderlo, si quieres que pueda socializar, debes enseñarle habilidades sociales.
3. Diversión infinita
Hemos creado un mundo de diversión para nuestros hijos sin posibilidad de espacios aburridos. Los padres estamos preocupados por entretenerlos constantemente. Es como si hubiera dos mundos, el mundo de diversión y el mundo de trabajo (que por ser lo opuesto se supone que es aburrido). ¿Porqué los niños no ayudan en la casa? ¿Porqué no organizan sus juguetes? Los estamos entrenando para estar siempre divirtiendose y no para las actividades serias, no-divertidas que ahora se vuelven aburridas.
4. Exceso de tecnología
Usar la tecnología como si fuera la niñera es algo a lo que recurrimos muchos padres (lo confieso, yo también). La tecnología en si no es mala, lo malo es el exceso de esta. Los niños deben tener momentos en los cuales estén al aire libre, se conecten con otras personas y hagan actividades con las manos.
5. Los niños dominan el mundo
“A mi hijo no le gustan los vegetales”, “A ella no le gusta esa ropa”, “No le gusta irse en la sillita del carro”… Ahora escuchamos constantemente que los niños mandan, que eligen y determinan que hacer con ellos, cómo educarlos. Desde cuándo funciona de esta manera?
Si dejáramos que los niños eligieran todo, solo comerían helado, hamburguesa, verían tv y jugarían en sus tabletas todo el día. Ah, y nunca irían a la cama.
¿Qué bien les hacemos si les damos lo que quieren y no lo que es bueno para ellos? Sin una nutrición adecuada y sin las horas necesarias para dormir, los niños irian al colegio irritables, ansiosos y desconcentrados. Les estamos enseñando a hacer lo que quieren y a no hacer lo que no quieren.
Como sabemos, cuando uno quiere lograr algo en la vida, hay que hacer lo que se necesita, que muchas veces es diferente a lo que queremos o a lo que es divertido. Por ejemplo, si quieres ser bueno en un deporte debes entrenar mucho, si quieres aprender un instrumento debes practicar constantemente. Ellos saben muy bien que es lo que quieren, pero les cuesta hacer lo que es necesario para lograrlo. El resultado son los logros que no se alcanzan y que los dejan decepcionados.
Debemos entrenar el cerebro
Podemos hacer la diferencia en la vida de nuestros hijos entrenando su cerebo para que pueda funcionar adecuadamente en el aspecto social, emocional y académico. ¿Cómo?
1. Sin miedo a establecer límites. Los niños necesitan límites para crecer felices y saludables
– Determina un tiempo para las horas de comida, define con claridad el tiempo de dormir y el uso de la tecnología.
– Piensa en lo que es BUENO para ellos, no en lo que quieren o no quieren. En algún momento te lo agradecerán.
– Los niños necesitan alimentarse bien. Necesitan tiempo al aire libre y necesitan una rutina para el sueño con horas adecuadas según su edad.
2. Limita la tecnología y reconéctate con tus hijos emocionalmente
– Sorpréndelos, abrazalos, hazles cosquillas, pon una nota amorosa en su morral o debajo de la almohada, bailen juntos, hagan una guerra de almohadas
– Tengan cenas familiares, una noche de juegos de mesa, salgan a montar en bici, a caminar.
3. Entrénalos en postergar la gratificación
– Hazlos esperar!! Está bien en que estén un rato aburridos (es el primer paso para la creatividad)
– Aumenta poco a poco el tiempo de esperar
– Evita el uso de tecnología en carros, restaurantes y en vez de eso inventen juegos o hablen.
– Evita que todo el tiempo estén comiendo (hambre-solución inmediata)
4. Enséñale a hacer trabajo monótono o que no sea divertido desde pequeño
– Recoger los juguetes, doblar la ropa, colgar algunas prendas, desempacar el mercado, poner la mesa, ayudar a hacer el almuerzo, desempacar la lonchera, tender su cama.
– Se creativo, inicialmente se puede buscar que sea divertido para que su cerebro lo asocie con algo positivo.
5. Enséñale habilidades sociales
– Compartir, esperar su turno, perder o ganar, comprometerse, felicitar a otros, decir por favor y gracias son algunos ejemplos.
Los niños siguen nuestro ejemplo y al cambiar como padres y mirar las cosas desde otra perspectiva los niños también irán cambiando. Ayudar a nuestros hijos a ser exitosos y felices en la vida entrenándolos desde pequeños hará una gran diferencia en sus vidas. No hay que ponerles todo fácil y no hay que hacer siempre lo que quieren. Piensa en qué es bueno y no en qué es fácil.
Ser firmes, tener reglas claras, ser un papá o una mamá aburrid@ no es lo mejor, pero para esos somos sus padres. Nuestra misión es hacerlos personas buenas y que puedan enfrentar su vida, sacar lo bueno de las situaciones, disfrutar, valorar, aprender, relacionarse positivamente y hacer amigos. Así requiera un poco más de esfuerzo y menos comodidad, creo que es nuestro deber con ellos y con la sociedad.
*Este artículo fue escrito basado en el post: Why Are Kids Impatient, Bored, Friendless, and Entitled? del blog Deep roots at home.
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