El concepto de libertad viene de poder actuar según nuestra decisión, pero yo pienso que además abarca el pensar y el sentir lo que quieres. Hay muchas cosas que nos han impuesto que nos limitan la libertad mental. ¿Realmente eres libre de pensar, actuar o sentir?
La libertad es una de esas cosas que no te das cuenta que la tienes hasta que dejas de tenerla, o hasta que descubres que no la tenías. Es como un perrito que vive encerrado en un jardín, está tranquilo hasta que mira a su alrededor y ve que hay algo más allá del jardín y que lo que el creía que es todo (su jardín) en realidad es un espacio en el que está limitado.
Si buscas en el diccionario la definición de libertad, vas a encontrar algo así como “Facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad.” O, «Facultad o capacidad del ser humano de actuar según sus valores, criterios, razón y voluntad».
Para mí la libertad va más allá de lo que puedes hacer (o sea el actuar) y también abarca el pensar y el sentir.
Es más, para ir un poco más profundo, actuar con libertad no siempre es libre del todo a no ser que vivas solo en un monte y puedas hacer lo que quieras todo el tiempo. Nosotros no vivimos así, vivimos en una sociedad, la cual tiene unas normas de comportamiento que son necesarias para la convivencia. El hecho de cumplir normas hace que no puedas actuar libremente todo el tiempo. Esto no es malo, es lo mínimo que debemos hacer para convivir y es necesario. Si cada uno hiciera lo que quisiera todo sería un caos.
Pero la libertad que me ha puesto a pensar va más allá del actuar. Digamos que en última instancia eres libre de elegir el tipo de sociedad en el que quieres vivir (por lo menos en la adultez) y podrías elegir adoptar más o menos esas normas según donde elijas vivir.
Pero la libertad que más me importa, es la libertad de pensar y sentir.
Me he dado cuenta que todos crecemos con unas verdades impuestas y muchas veces influenciadas por creencias de generaciones anteriores, esas verdades nos las enseñan en la infancia y quedan ahí en la mente parqueadas y como si fuera LA verdad absoluta.
Estamos llenos de verdades como: “La mujer se debe casar y ser mamá (ojalá ante de los 30)”, “los hombres no lloran”, “tatuarse es de gente que está en la cárcel”, “una mujer no puede sin un hombre”, “los niños no pueden entrar a una academia de baile”, “una familia está compuesta necesariamente por un hombre, una mujer y los hijos”, “amar a alguien del mismo género es mal”, «a las gordas no las quiere sino la mamá y el papá».
Muchas de esas verdades tienen que ver mucho con posiciones radicales respecto al género, también respecto a creencias religiosas o a actividades que se han satanizado o se ven “mal” desde hace cientos de años. De hecho, el origen de muchas de esas verdades está en las religiones.
Todo eso que nos han dicho y nos han impuesto son cosas que simplemente nos las dijeron y nos las creímos. Así enteritas. Como una pastilla que uno se traga sin masticar.
Para mi la libertad de pensamiento es entender que puedes crear tu propia verdad. Eso implica cuestionarse las verdades anteriores y en el momento que quieras, según lo que tu vives, lees, investigas y descubres, decides cual es tu propia manera de pensar frente a algo.
Ahora pienso que:
- Las mujeres no tienen que casarse y mucho menos ser mamás si no quieren, y así y todo pueden realizarse y ser felices (muy felices).
- Los hombres pueden llorar y pueden sentir lo que les de la gana.
- Una mujer SI puede sin un hombre, es más, hasta lo hace mejor que teniendo uno.
- Tatuarse es algo que cada uno decide hacer con su cuerpo porque le parece bonito y lo hace feliz y no tiene que importarle sino a esa persona.
- Si un niño entra a una academia de baile no tiene nada de malo, es más, si baila bueno desde chiquito va a ser un super parejo después.
- Una familia es un nido de amor y ahí caben muchas configuraciones, de personas y hasta animales.
- Amar a alguien del mismo género es muy bonito, así como amar a alguien de distinto género, el caso es que es amor, no?
- El que alguien quiera a otra persona no va en su físico sino en su alma. El que no te quiera porque eres gorda mejor que siga de largo en tu vida.
Además de la libertad de pensamiento está la libertad de sentir. Porque además cuando crecemos pareciera que nos limitan el sentir. No se puede sentir tristeza, no se puede sentir rabia, no se puede sentir amor sino por ciertas personas. Entonces, cuando sentimos algo, toca apagarlo. Y no.
Yo creo en la libertad de sentir, de poder sentir rabia, para luego poder canalizarla y que salga de adentro de tu cuerpo. De poder sentir tristeza o dolor si sientes que lo que pasó acabó contigo. Cuando te permites sentir, los sentimientos fluyen con tranquilidad.
Lo mismo con el amor. Uno puede sentir amor por muchas personas, amor por la pareja, amor por los hijos, amor por los amigos, por la familia. Son diferentes expresiones del amor y es bonito dejar que se expresen en uno. Pareciera pecado decirle a alguien diferente a la pareja «te amo», como si eso significara que lo quieres llevar a la cama.
«No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente»
Virginia Woolf
Ser libre es una dicha. Libre de pensar, libre de sentir, libre de actuar. En la vida de cada uno hay pequeñas acciones o momentos que te hacen sentir libre.
Por ejemplo, para mi libertad es llegar a la casa y quitarse los zapatos, salir sin maquillaje, ponerse unos tenis, cantar duro, reírse a carcajadas. Para mí un símbolo de libertad es trabajar en pijama, estar sin brasier, caminar descalza sobre el prado, hacer lo que siento que debo hacer, estar con las personas que siento que quiero estar. No forzarme a decir, sentir, pensar o hacer lo que no siento que vaya con lo que pienso o siento.
Quizá porque tuve una educación llena de verdades impuestas y porque me he permitido cuestionarlas todas, también porque soy una persona que piensa bastante cada cosa, he buscado desarrollar mis propias verdades, inventar mis propias teorías. Puede que me quede con esas, puede que evolucionen y cambién, seguro lo que viva me irá llevando por el camino de mi propia verdad.
Pero sobre todo, para mi y para mis hijos, quiero lograr poder pensar y sentir libremente. Lograrlo es eliminar los prejuicios y las barreras impuestas por la educación, por la sociedad, por la religión para poder desarrollar un criterio, un pensamiento y un sentir propio.
Conocer y entender diferentes puntos de vista y maneras de mirar las cosas que suceden, para a partir de los valores que tengo, de lo que siento que es lo mejor y del entendimiento de la diferencia, desarrollar una manera de pensar respecto a los diferentes hechos o conceptos.
Y entender que, mi verdad no es la misma verdad del otro, entender que no hay verdad absoluta para liberarte del peso de las ideas impuestas. Tu puedes pensar como quieras así como yo también.
Si quieres hacer tu propia hoja de que es libertad, descarga este adjunto y complétala. Compárteme esas pequeñas cosas significan libertad para yo poderlas compartir también.